
Muchas veces nos preguntamos cómo ha llegado un programa de televisión o una serie desde la idea de algún creativo hasta su emisión o distribución. Si bien es cierto que los productos de ficción y los de no ficción recorren caminos diferentes, hay un punto en común ciertamente similar, que es la denominada biblia. La biblia es un documento donde se exponen todas las características y necesidades de producción del producto audiovisual, siendo esencial y clave a la hora de desarrollar y vender los programas de entretenimiento, aunque no tanto en los de ficción. En este caso, nos centraremos en las series y productos de ficción.
A la hora de elaborar una serie, la clave es el guion más guion y guion. Ya sea una serie basada en una o varias tramas principales, o complejas subtramas, o personajes más completos y llamativos, al final el guion del piloto y posteriormente de la temporada completa es lo que convence a distribuidoras y canales de televisión para apostar por una serie u otra. Algunas productoras con un recorrido, con un showrunner (productor, guionista y director) conocido o margen económico producen en primer lugar la primera temporada completamente, o al menos la mitad de los capítulos de la primera entrega, antes de posicionarlas en los mercados audiovisuales u ofrecerlas a los canales de televisión. Sin embargo, esta fórmula es muy arriesgada para pequeñas productoras dado que, si no consiguen posicionar sus ficciones, perderían varios millones de euros.
Si hay una buena historia, bien plasmada en un buen guion, entonces se empieza a realizar la biblia. En la fase anterior del guion, engloba a un número delimitado de profesionales; además del/los guionista/s, también suelen estar el director y el productor en muchas ocasiones. En cambio, en la fase de creación de la biblia entran prácticamente todos los perfiles profesionales y responsables de una productora o canal de televisión, desde personal de iluminación, directores de arte, de fotografía, técnicos de todo tipo, contabilidad, jurídico, personal de producción, localizadores, etc. En muchas ocasiones las biblias de las series se realizan a posteriori de la propia producción, o bien consisten en la recopilación de los documentos del propio proceso de producción.
La biblia generalmente es utilizada más en los formatos de entretenimiento que en las series, siendo únicamente necesaria mostrarla o “venderla” cuando lo que se pretende es realizar una adaptación de la serie, que suele ser en muy pocas ocasiones. Con la información de una biblia se puede realizar una réplica exacta del producto audiovisual, por lo que series como Cuéntame o Los misterios de Laura debieron entregar este documento cuando se compró la serie para sus adaptaciones en los países correspondientes.
No hay una estructura única a la hora de elaborar las biblias, y menos aún en las series que son menos habituales, aunque sí existen unos mínimos que deben tener, como son título, duración de episodio, número de episodios de la temporada, formato de entrega, guion del primer capítulo al menos (siempre mejor de la temporada completa), sinopsis de todos los episodios de la temporada, desglose de personajes, localizaciones, plató y diseño de sets (junto a todas sus necesidades), necesidades técnicas, necesidades de personal, colorimetría, target del producto y, en general, todos los datos importantes de la producción. La productora debe tener el presupuesto elaborado y claro, pero nunca se adjunta a una biblia, puesto que determina el format fee o precio de la licencia de la serie, es decir, el precio de venta. En muchos casos las series son por encargo, o cuando se compra sobre guion, las cadenas y distribuidoras fijan de antemano el presupuesto y el format fee de la serie. Con toda la información, el precio y en muchos casos con el capítulo piloto, las distribuidoras o los canales determinan si adquieren o no los derechos o licencia de las ficciones seriadas, y así llega al final a nuestros hogares en los distintos soportes o ventanas.